VACACIONES DE 3 MESES ¿A QUIÉN BENEFICIAN?

Hoy me gustaría que reflexionáramos sobre las vacaciones de verano que tienen las niñas y niños de nuestro país.

Más o menos duran 3 meses. Algunos años más que otros, pero más o menos ese viene siendo el número. ¿Quién no ha sentido envidia de la cantidad de vacaciones de las que disfrutan los maestros y maestras de nuestro país? Estos no tienen tantas vacaciones como el alumnado, algunos finalizan su jornada a final de julio y los que han trabajado más durante el año disfrutan de casi dos meses de tiempo libre.

Pero ¿beneficia esto a la infancia de nuestro país?

Por no hablar de lo complicado que lo tenemos las familias para conciliar vida social y laboral durante el periodo de vacaciones. Algunos optan por escuelas de verano, otras personas reducen la jornada y otros tiran de abuelos porque no les queda otro recurso o simplemente porque lo consideran la mejor opción.

Recientemente acabo de finalizar el mejor libro que he leído en mucho tiempo, tal vez el mejor que haya leído nunca “Fuera de serie” (Outliers) de Malcolm Gladwell.

En uno de sus capítulos habla sobre la relevancia de la cultura en el éxito académico. Con cultura no me refiero a la lectura de libros, actuaciones teatrales o musicales que pudieran ofertarse a los niños y niñas. Sino a la cultura que rige en nuestra familia, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestro país… y que influye decisivamente en el éxito académico y vital.

Aquí en España el debate educativo está centrado en ratios, jornada lectiva, infraestructuras, recursos materiales y personales…un debate según Gladwell obsoleto y sin una base sólida que sustente estas cuestiones.

Nos habla de un estudio realizado por el sociólogo Karl Alexander, de la Universidad de John Hopkins. Un estudio realizado a 650 alumnos de primer curso en un colegio de educación primaria de Baltimore. El alumnado realizaba el Achievement Test (test de aprovechamiento escolar), una prueba que valoraba el nivel de matemáticas y lenguaje. Estos fueron sus resultados, distinguidos por clase socioeconómica:

Clase1º curso2º curso3º curso4º curso5º curso
Baja329375397433461
Media348388425467497
Alta361418460506534

 

Podéis tomaros todo el tiempo que queráis para analizar la tabla y cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Pero sí me gustaría que pusierais atención en lo siguiente. En el primer curso existen diferencias entre los niños de clases baja y clase alta, pero vemos como esas desventajas se van ampliando con el paso de los años.

Este estudio no finaliza ahí, ya que Alexander decide repetir la prueba al finalizar el curso escolar, o sea sé, en junio. El resultado muestra algo sorprendente, los de clase media son los que más aprovechan la escuela, seguidos de los alumnos con menos recursos económicos. ¡Qué bien, la escuela funciona!

Pero esto no queda ahí, la prueba de lectura vuelve a repetirse en septiembre, justo después de las vacaciones de verano y… ¿cuál es el resultado? Los niños más desfavorecidos pierden -3,67 puntos, los de clase media -3,11 y los de clase alta aprovechan el verano para aumentar su diferencia nada más ni nada menos que en 15,38 puntos.

Fascinante estudio, ¿verdad? Al menos a mi me parece brillante cómo este estudio saca a la luz, la relevancia del contexto en la educación de los más pequeños. Y cómo un largo periodo sin atención escolar perjudica a los entornos más desfavorecidos.

Además, Gladwell, nos habla de las escuelas públicas KIPP en Estados Unidos. Los colegios KIPP son centros educativos donde se toman muy muy enserio el contexto cultural de los niños que acuden y en base a ello montan la estructura académica del centro.

El primero de estos centros abrió sus puertas en el barrio del Bronx donde el nivel socioeconómico es realmente bajo. Los niños que acuden a estos centros pueden levantarse perfectamente a las 6.00 de la mañana ya que las primeras clases las tienen a las 7.00. Su jornada termina a las 17.00 y después tienen tareas escolares que pueden llevarlos hasta las 22 horas. Sí, ya sé lo que estás pensando ¡de locos!

¿Recuerdas el resultado de las pruebas realizadas después del verano, verdad? A mayor tiempo libre, menos probabilidades de éxito escolar entre los infantes con menos recursos.

Pues bueno, el 80% del alumnado de KIPP llega a la universidad y con ello sus probabilidades de mejorar su calidad de vida aumentan considerablemente.

La mayoría de nosotros no querría un centro educativo con las jornadas tan largas y con la exigencia que piden en estas escuelas, pero hay que reconocer que han sabido analizar las necesidades de su alumnado tanto dentro como fuera del centro escolar. Han enriquecido su “tiempo libre” y con ello han modificado gran parte de su legado cultural. El cuál tendrá muchos beneficios pero sabemos que no para lograr un nivel académico que les permita mejorar sus condiciones vitales.

Sabiendo esto, me he puesto a buscar estudios parecidos realizados en nuestro país. Y el tema del fracaso escolar es algo en lo que España destaca, en comparación con nuestros vecinos de la Unión Europea. En un artículo del periódico El País “Fracaso crónico”, realizado en 2019 hace alusión a que el alumnado con la mayor tasa de abandono escolar se relaciona con la que menos recursos tiene. Pero los que peor pronóstico educativo presentan, son los pequeños inmigrantes. ¡Vaya, qué casualidad!  En este artículo habla de la falta de recursos, de la estructura del sistema educativo actual, de la falta de apoyos en los barrios más pobres… y también menciona brevemente el tema de cultura social intrínseca en cada alumno.

Un centro español que me gustaría mencionar por la adaptación que hacen es el Colegio “Tres olivos” situado en Madrid. Es un centro donde acuden principalmente niñas y niños con discapacidad auditiva. Gracias a los métodos tan adaptados, indirectamente acuden pequeños con otras discapacidades: trastornos de desarrollo del lenguaje, trastorno del espectro autista, Asperger y además infantes sin ninguna dificultad aparente.

Uno de los recursos más utilizados y con mayor evidencia es el uso de signos/gestos para que las personas con grandes limitaciones comunicativas pueden hacernos llegar su mensaje.  En este centro signan la gran parte del tiempo y lo hacen en TODAS las asignaturas. Esto beneficia enormemente a la adquisición del lenguaje tanto el materno como una segunda lengua. Los mismos gestos que utilizan en el español también los utilizan en la clase de inglés. Este acto hace que el Colegio “Tres olivos” tengan una media de inglés superior a muchos centros educativos de Madrid.

Podríamos continuar darle otra vuelta de tuerca al tema, si añadimos cómo ha afectado la pandemia del COVID a las clases más desfavorecidas pero centrándonos en la pregunta del día.

¿Benefician las vacaciones de verano a los niños?

A los de clase alta sí, a los de media y baja no.

¿Deberían estar abiertas las escuelas en verano?

Visto lo visto, parece que sería la mejor opción para las clases más desfavorecidas. Claro los niños y niñas de clase alta son otro cantar, pero si también fueran a la escuela en el periodo estival, tal vez no tomarían tanta ventaja sobre sus compañeros…

¿Sería conveniente separar las escuelas según el nivel socioeconómico? Para mí esto sería terrible. Los grandes beneficios de la interculturalidad quedarían neutralizados y cuestiones tan relevantes como la empatía, la resiliencia y la cooperación serían más complejas de integrar dentro del marco educativo.

¿Podría adaptarse la sociedad española a un sistema educativo donde las vacaciones se suprimieran?

Creo que para numerosas familias sería una solución debido a las dificultades para conciliar los meses de verano, esta solución resolvería en gran medida dicho problema y pienso que una amplia parte de la sociedad apoyaría el cambio.

Los profesores serían los más perjudicados en este aspecto, ya que perderían tiempo libre y eso hoy en día es algo muy valorado. Tal vez se podría pensar en una fórmula que también los contente, como ampliar el profesorado para la etapa veraniega o disfrutar de las mismas vacaciones, pero distribuidas a lo largo del año.

El alumnado que está acostumbrado a estos largos periodos vacacionales sería el gran perdedor. Seguramente habría grandes protestas, ya que disfrutar de 3 meses sin obligaciones es una gran pérdida que costaría mucho implementar.

Espero que la entrada de hoy haya sido de tu interés y que te haya hecho reflexionar sobre la importancia de la herencia cultural en el éxito académico y vital de las personas. Además de la necesidad de adaptar el aprendizaje a las necesidades de cada alumno.

“No hay mayor desigualdad que dar a todos lo mismo.

La igualdad consiste en dar a cada uno lo que necesita.”

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Jésica Balaguer Solbes

CEO de Formando Cerebros

 

Bibliografía:

 

 

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